LOCALIZANDO AL ENEMIGO Y NEUTRALIZÁNDOLO

Podríamos pensar que el enemigo es el consciente. Pero no es así, el consciente solo es el
receptáculo de un edificio compuesto por creencias.
Y para acceder al subconsciente tenemos que desactivar dicha estructura e implantar
nuevas creencias.
Jugamos con ventaja, ya que nuestro cerebro funciona de una forma muy particular, que
consiste en que cuando dejamos de prestarle atención a algo, aquello se va desactivando
paulatinamente.
Quiero decir que NO vamos a luchar frontalmente contra el edificio de las creencias
tradicionales, sino que vamos a cambiar nuestra atención a trabes de las siguientes
herramientas o estrategias de trabajo.

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